Comienza el 2015, y comienza un ciclo nuevo de objetivos y metas para muchos de nosotros. Un año nuevo y «vida nueva». Pero, si nos remontamos unos 20 años atrás, seguramente recordamos que ese número «2015» representaba cierto futuro, en el cuál esperábamos ver muchas cosas un poco astrales.
Y es innegable la mejoría en el desempeño y eficiencia de los motores, con algunos ejemplos como el Ford EcoBoost que con un tamaño de 995 cc, o nominalmente 1 Litro, produce 123 caballos de fuerza. Teóricamente igualando así la relación de potencia/cilindrada, del motor F20C del Honda S2000 que tiene el actual récord de poco más de 120 caballos de fuerza por cada litro (en vehículos con precio menor a $100,000).
Sin embargo, esos son los mismos motores de combustión interna, trabajando bajo el mismo ciclo Otto inventado en 1872, y que se han venido produciendo por décadas. Ya conocemos algunos de los intentos por innovar por parte de marcas de peso en el mundo motor, pero aún no vemos cambios grandes en la realidad mundial automotriz.
No obstante, El 27 de mayo del 2014, Google presentó el primer prototipo real de su Vehículo autónomo (Self-driving car). Y este pasado 22 de diciembre, revelaron la versión final de su prototipo, la cuál será probada el presente año en las calles del norte de California. ¿Se imagina ver un carro circulando sin ningún piloto en su interior? Después de tantos años de experimentos y prototipos, parece que finalmente vamos a ver algunas versiones de prueba en la vida real, en las calles.
Tal parece que poco a poco empezamos a encontrar aquel futuro que de niños o jóvenes nos parecía toda una fantasía, y no vamos a morir sin antes ver todos esos cambios. Los niños de las presentes generaciones, tal vez van a crecer pensando en el 2050 como un año «futurístico», más no se dan cuenta que para nosotros, el futuro ya está aquí.
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